Después de una situación dramática personal que culmina con un diagnóstico de cáncer, el alemán Dr. Ryke G. Hamer dio inicio A una investigación en el hospital en el que trabajaba en aquel momento para averiguar la posible relación entre sufrimiento y cáncer. Varios años más tarde, y después de analizar a miles de pacientes, postuló las 5 Leyes Biológicas de la Naturaleza, uno de los más grandes y revolucionarios descubrimientos que hoy conocemos como Nueva Medicina Germánica.
Por primera vez una medicina que no se basa en teorías o hipótesis, sino que lo hace en leyes, y estas, a diferencia de las teorías, son verificables y reproducibles. La más importante de ellas nos enseña que eso que llamamos “enfermedad”, no es más que un programa inteligente de la naturaleza que tiene un sentido claro y definido: el permitirnos adaptarnos o sobrevivir. Es el objetivo de la vida; la “pervivencia”, la existencia.
Este descubrimiento es de vital importancia para todo aquel que se considere “enfermo” ya que a la luz de esta medicina su diagnóstico adquiere sentido y le permite comprender que es lo que lo causa y como va a evolucionar en el tiempo. En definitiva, le quita el miedo al diagnóstico ofreciéndole esperanza y la posibilidad de abordar con tranquilidad la solución del problema, si fuese necesario, o afrontar con calma y descanso el necesario proceso de recuperación.
Gracias a al Nueva Medicina Germánica, conocemos qué y cómo se pone en marcha un programa biológico (enfermedad), cómo evolucionará y qué factores condicionarán el proceso a lo largo del tiempo y, por supuesto, como afrontar el problema y la solución. Cualquier enfermedad, desde el cáncer hasta la obesidad, la diabetes hasta la artrosis, la osteoporosis hasta la cistitis, cualquiera.